Para tratar la enfermedad celíaca, una dieta libre de gluten sigue siendo esencial. Con la posible ayuda de un dietista, es importante aprender a reconocer los alimentos consumibles y los que deben evitarse.
ENFERMEDAD CELÍACA: ADOPTE UNA DIETA ESTRICTA SIN GLUTEN
Intolerancia al gluten (enfermedad celíaca): adoptar una dieta estrictamente libre de gluten
El único tratamiento efectivo para la enfermedad celíaca es a través de la adopción de una dieta libre de gluten. Esta medida dietética se mantiene sin efectos secundarios y previene la aparición de complicaciones.
Sin embargo, esta dieta libre de gluten se puede considerar restrictiva porque:
- debe ser procesada de por vida;
- el gluten está presente en muchos alimentos.
En particular, la adolescencia es a veces un período delicado para los niños con intolerancia al gluten y pueden encontrar dificultades para cumplir con las medidas prescritas.
Por estas diferentes razones, en caso de intolerancia al gluten, es recomendable consultar a un dietista (especialista en nutrición). Este profesional de la salud le informará sobre las reglas a seguir para su dieta.
ALIMENTOS QUE CONTIENEN GLUTEN PARA EXCLUIR EN CASO DE ENFERMEDAD CELÍACA
Todos los alimentos que contienen gluten deben excluirse:
- variedades de trigo (trigo duro, espelta, kamut);
- cebada;
- centeno;
- híbridos de estos cereales (por ejemplo, triticale, resultante de la combinacion entre trigo y centeno).
Por lo tanto, no es necesario consumir:
- pan, bollería (brioches, bagels, croissants, etc.) y pastelería (pasteles, tartas);
- pasta (espaguetis, macarrones, etc.);
- galletas (saladas o dulces);
- la mayoría de los cereales para el desayuno y los cereales infantiles;
- todos los alimentos empanados, enharinados o fritos recubiertos de masa;
- panes de carne y pescado que contengan harina o pan rallado;
- sopas enlatadas o en sobres, postres y salsas encuadernados con harina de trigo (bechamel; “pelirroja”; crema pastelera, inglesa o crema de champiñones; salsas de soja y tamari; etc.) ;
- todas las cervezas;
- seitán (comida vegetariana, muy rica en gluten).
Es importante saber que el gluten se esconde muy a menudo en:
- embutidos;
- azúcar glas;
- pimientos molidos, mezclas de especias y condimentos (por ejemplo, ajo en polvo);
- medicamentos.
Por lo tanto, para evitar el gluten, es necesario aprender a descifrar las etiquetas de los alimentos que indican la presencia (cierta o posible) degluten. Recuerde preguntar sobre este tema, a su médico o dietista.
Los productos sin gluten están sujetos a estrictas regulaciones
Desde 2009, el Reglamento Europeo Nº 41/2009 establece la composición y el etiquetado de los alimentos aptos para los intolerantes al gluten. Así:
- el término “sin gluten” corresponde a un alimento que contiene menos de 20 mg de gluten/kg de producto acabado;
- la indicación “muy bajo contenido de gluten” aparece en los productos fabricados con derivados de cereales (normalmente un almidón de trigo seleccionado). Su contenido máximo de gluten está entre 21 y 100 mg/kg de producto terminado. Sin embargo, no se recomienda su consumo en caso de enfermedad celíaca.
ENFERMEDAD CELÍACA: ¿CON QUÉ REEMPLAZAR LOS CEREALES PROHIBIDOS?
La avena pura es consumible para más del 95% de las personas intolerantes al gluten. Sin embargo, como medida de precaución, es importante comer solo productos de avena destinados a personas con enfermedad celíaca. De hecho, se producen, preparan y/o tratan para evitar cualquier contaminación de avena por otro cereal, y su contenido de gluten es inferior a 20 mg / kg.
Para reemplazar los productos que contienen gluten, use:
- arroz
- maíz
- alforfón
- papas
Pídale consejo a un dietista.
CORREGIR POSIBLES DEFICIENCIAS DE LA ENFERMEDAD CELÍACA
Si ningún medicamento es útil para tratar la intolerancia al gluten, a veces es necesario, justo después del diagnóstico:
- Para corregir deficiencias dietéticas, por ejemplo, en hierro (en caso de anemia) o vitamina D (especialmente para prevenir la osteoporosis);
- Considerar la hospitalización en caso de desnutrición significativa, establecer una realimentación (situación que concierne especialmente a los pacientes diagnosticados tarde).